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Tras su llegada a Cibeles arropado por decenas de miles de peregrinos y diversas autoridades religiosas y políticas, Benedicto XVI ha pronunciado su esperado segundo discurso del día. La alocución del «Papa teólogo», dirigida a los jóvenes se ha centrado en la necesidad de arraigar la vida en Cristo y en las «raíces que alimentan el ser», según las propias palabras del Santo Pontífice. «Aprovechad estos días para conocer mejor a Cristo», ha invitado el Papa a los peregrinos en la tercera jornada de la JMJ en la capital de España.
«Al edificar sobre la roca firme, no solamente vuestra vida será sólida y estable, sino que contribuirá a proyectar la luz de Cristo sobre vuestros coetáneos y sobre toda la humanidad, mostrando una alternativa válida a tantos como se han venido abajo en la vida, porque los fundamentos de su existencia eran inconsistentes», ha afirmado.

Practicar la religión

La urgencia de poner el cristianismo en práctica ha sido otra de las ideas centrales del discurso papal. «En la lectura que se ha proclamado antes, hemos oído un pasaje del Evangelio en que se habla de acoger las palabras de Jesús y de ponerlas en práctica», ha recalcado.
«Hay palabras que solamente sirven para entretener, y pasan como el viento; otras instruyen la mente en algunos aspectos; las de Jesús, en cambio, han de llegar al corazón, arraigar en él y fraguar toda la vida. Sin esto, se quedan vacías y se vuelven efímeras. No nos acercan a Él. Y, de este modo, Cristo sigue siendo lejano, como una voz entre otras muchas que nos rodean y a las que estamos tan acostumbrados»
Benedicto XVI también ha hecho alusión al ateísmo moderno y a todos aquellos que rechazan la idea de Dios. «Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellosmismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto;decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento. Estas tentaciones siempreestán al acecho.
», ha continuado.
Las primeras palabras del mensaje del Papa han sido de agradecimiento a los peregrinos. «Agradezco las cariñosas palabras que me han dirigido los jóvenes representantes de los cinco continentes», en alusión al recibimiento que le han dispensado al comienzo del acto.
Finalmente, Benedicto XVI ha encomendado «los frutos de esta Jornada Mundial de la Juventud a la Santísima Virgen María, que supo decir sí a la voluntad de Dios».

Madrid, «capital de los jóvenes»

Antes de pronunciar su segundo discurso, el Papa ha saludado a los jóvenes congregados en Cibeles en siete idiomas diferentes. «Muchas gracias por la espléndida acogida que me habéis dispensado al entrar en la ciudad, signo de vuestro amor y cercanía al Sucesor de Pedro».
Benedicto XVI: «Aprovechad estos días para conocer mejor a Cristo»
También en castellano, ha afirmado:«Madrid es hoy la capital de los jóvenes del mundo». «El Señor nos ha congregado para vivir en estos días la hermosa experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud. Con vuestra presencia y la participación en las celebraciones, el nombre de Cristo resonará por todos los rincones de esta ilustre Villa», ha subrayado. A continuación, Benedicto XVI ha saludado en francés, inglés, alemán, italiano, portugués y polaco a los jóvenes peregrinos de cada país.
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio MaríaRouco Varela, ha sido el encargado de abrir el acto de la JMJ en Cibeles, quien ha asegurado que «la inmensa mayoría de los españoles, el pueblo de España» tiene las «puertas abiertas» al papa, como demuestra el acogimiento que se le ha brindado en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).